Ironias o negras coincidencias
de la vida.
Yo y mas de 10 millones de
bolivianos que vivimos en esta bendita tierra estamos ansiosos, tensos y asi lo
estaremos por algunos años hasta conocer el resultado de un juicio
internacional iniciado por nuestro gobierno ante la La Haya para que Chile devuelva
nuestro mar.
“Este tribunal nos tiene que
hacer justicia” ha dicho nuestro presidente Evo. Y ha sido justamente él quien
pide justicia histórica. El, quien gobierna con mano dura, que no permite
disentir, que no acepta que nadie lo critique, él que ha desterrado a miles de
bolivianos y obligado a vivir en tierras ajenas, él que tiene en la actualidad
el sistema judicial bajo sus pies y esa administración de justicia considerada
la peor vergüenza del país, aceptado incluso por los mismos gobernantes quienes
hoy aborrecen a su engendro.
Que ironias de la vida, que
justamente un presidente que afirma que él le mete nomás aunque sea violando
las leyes, quien pida justicia a un tribunal internacional , mientras dentro de
nuestras fronteras numerosos casos de corrupción que implican seriamente al
gobierno brotan cada día aumentando escandalosamente, lo que es peor ni siquiera empiezan un proceso de investigación, porque talvez su
vicepresidente se vea inmerso en la pestilente corrupción que como boa se traga
los recursos y la honestidad del pueblo boliviano. Los pocos procesos iniciados
se dilatan en juicios eternos.
Que valores morales puede
tener un presidente en pedir justicia a ilustrados hombres que han pasado por
las aulas universitarias, si este mismo presidente agradeció públicamente en
sus clásicos actos organizados y pagados de adulo multitudinario, que esta muy
orgulloso de no haber sido estudiante universitario.
Será que un mandatario que
representa a un país, por muy pobre que sea el nuestro, tiene el valor moral de
pedir justicia a una entidad imperialista, mientras él vocifera en cuanta
tribuna internacional encuentra, una larga lista de insultos en contra del
imperialismo representado por los blanquitos de corbata sentados en La Haya.
Mientras en Bolivia es cuasi un delito o es un cerrarse las puertas usar un
terno. Aquí valen mas los ponchos y las
abarcas que la misma persona.
Sí!!!, queremos volver a un
mar boliviano porque la historia nos parió con ella. Pero será que nuestro
interlocutor o representae es válido. No será contraproducente que un hombre
amante de la imposición, la injusticia y la dictadura, que menosprecia la justicia en el
país que gobierna, que él mismo es la misma justicia impregnada del mas
oprobioso sistema de corrupción, sea quien pide justicia.
O será que estos ilustres
tribunos, que ocupan un alto sitial por meritos intelectuales universitarios que
tanto desprecia su peticionante, nos darán una lección, determinando que
solamente pueden hacer justicia, donde realmente se la respeta.
Estas ironias y negras
coincidencias de la vida, nos pueden costar la historia, y que el mar se
traslade mucho mas lejos aún, a pesar de nuestro deseo imaginario.
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